viernes, 27 de abril de 2012

El payador fue al recital de Arjona

Contra todos los pronósticos, el gaucho asistió, camuflado, al espectáculo en el Estadio Malvinas Argentinas.

La pucha que me costó
colarme entre las pendejas
las de 40 y más viejas…
Rapao como Eminem
me jui solo pal estadio,
con capucha y un piloto
pa que naides sospechara
que este payador urbano
quería escucharlo al Arjona
en vivo, a grito pelao.


Una multitud de diosas
caminaban muy despacio
y compraban suvenirs
del cantante guatemalo.


Madres, agüelas y nietas
tomaditas de la mano
como en una procesión
tarareaban muy bajito
igualito a rezo laico
las canciones del muchacho.


Cuando salió al esenario
Ricardo jue ovacionado
que yo nunca había escuchado
tantas mujeres gritando.


El lío se hizo común
a lo largo de la noche
que estaba fría y mojada
como naides se esperaba.


Con cada jit y la lluvia
más la libido al repalo
las mujeres se chorrearon
por todititos los laos.


Jue una cosa impresionante
la verdá sea acá mentada,
ver cómo gusta este Arjona
desde la vieja más vieja
a toda la pendejada.


Pero tuve mi ganancia
sin quererlo, por supuesto:
una mujer de 40,
en medio desa canción
me agarró y me dio un jetazo
sin ninguna discreción,
no podía ni quería
aguantarse la emoción.


Ahijuna, qué susto tuve,
no pensé ligar de arriba
y comprendí que la noche
se ponía entretenida.


Por suerte naides me vio
aplaudirlo al disgraciao
y me jui antes de los bises
pa que no se dieran cuenta
que un gaucho crítico y duro
con la puesía del Ricardo
no pudo evitar mirarlo
pa conocer bien de cerca
aquello que está estudiando.


Solamente yo saqué
una conclusión direta:
no hay con qué darle al pueta
de palabra previsible:
eso mesmo es lo que buscan
tantas mujeres reunidas
que les digan lo que quieren
escuchar en sus oídos
aunque sea la más obia
figurita repetida.


Yo me saco la chupalla
y si puedo le regalo
mi poncho y mi facón viejo
ante este muchachito güeno
que lo único que hace
es venir a recordarles
a estas mujeres fanáticas
que pueden seguir sintiendo
más allá de la guitarra.



Abril de 2012

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