martes, 15 de mayo de 2012

La Justicia


El payador desnuda su desconfianza hacia la administración judicial.



Con los jueces no hay tu tía,
son la cumbre de la torta,
el que toca a un magistrao
le palpa al león las bolas.

Hay que ver nomás la playa
donde estacionan sus carros:
cuestan más que cuatro casas,
un buen juez es buen cipayo.

Casi hubo que amasijarlos
pa que se cumpla una ley
que da al discapacitao
cobertura cien por cien.

No querían pagar Osep:
los señores no se ensucian
ni se juntan con la plebe:
ellos son de la Suisse Medical
su salú vale por diez.

Hacen en Traful de oro,
comen en platos de plata,
firman todas las sentencias
con las biromes más caras.

Muchos fueron flor de cómplices
del terrorismo de estao,
con mirada altiva y ciega
y más jueros que Highlander
mucho horror desimularon.

Yo no confío en la Justicia,
pa qué le voy a mentir.
El que depende de un cuervo
jamás podrá ser feliz.

Los Juicios por la Verdá
son la única excepción:
eso solo fue posible
con la lucha e familiares:
nunca olvido ni perdón.

De todos modos, amigos,
la Justicia de los hombres
es lo único que esiste
porque Dios anda dormío
y no lo despierta naides
de esta siesta que parece
que nunca terminará
por eso el hombre solito
las debe siempre arreglar.

Nunca es tarde pa luchar
por lo justo y verdadero.
Si dejamos que los yupis
sigan haciendo negocios
van a comprar el palacio
judicial, como ya han hecho
y al final no habrá derecho
más que para suicidarse.
La balanza e la justicia
está llena de farsantes.



 

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