miércoles, 4 de noviembre de 2015

Contra el voto en blanco

El payador despotrica y se ensaña con la izquierda que anuncia su voto neutro –y cobarde– para el balotaje, marca diferencias entre Scioli y Macri y respalda a una decana con ovarios.


Qué grapa estará tomando
la izquierda en este país,
que dice que son lo mesmo
Scioli y Macri, y que por tanto,
sin dudar ni sonrojarse
llaman a votar en blanco.

Miren, señores, señoras,
gurisitos que ahura votan,
ancianos, viejitas, todos…
Scioli y Macri son dos seres
más distintos que la hostia.
Me duele insultar ansina,
es que no logro entender
cómo se puede creer
semejante boludez.

Pero comienzo ya mesmo
a enumerar diferencias
entre uno y otro, y verán
que no estoy tan mal del coco.

Scioli es rubio, o era rubio,
medio pelao, sin un brazo,
(el derecho, pa más datos),
Y ahí nomás aparece,
gran virtú del candidato:
no afanará con dos manos.

Macri, en cambio, tiene dos
brazos más que acostumbraos
a levantársela en pala
y siempre para su gente,
y sabemos además
que no le da para más
que pa dirigir un clu
de fóbal, y díganme
si este gaucho esta vez miente.

A Carlos Bianchi le debe
el pajero del Mauricio
ser alguien hoy en el mundo:
si Boca Yuniors no hubiera
ganao tantos campeonatos
cuando Macri presidía
ese clu tan popular,
pues ahura mesmo estaría
molestando en otra parte.
Es decir, lo más probable
es que este señor que es hijo
de empresaurio procesista
no haga más que gobernar
como un clu a la Argentina.
Es decir, con privilegios
pa su clase, pa su gente,
aunque se ande llenando
en esta época densa
de campaña pa ganar
con palabras muy bonitas
que más bien no dicen nada.

Pero güelvo de un tirón
a mi pingo pa que tome
o mejor dicho retome
el sendero destos versos:
Scioli y Macri son distintos,
por eso no puedo creer
que haya aún tantos salames
que prediquen lo contrario
sin siquiera recurrir
a la historia del país
en estos últimos años.

Scioli, digo, ripresenta
un kirchnerismo flacucho,
menos soberbio, más sano,
desligao de compromisos
con los pescaos de La Cámpora
y con los gordos pesaos
de la santa CGT,
que tiene a Macri agarrao
de los güevos, con acuerdos,
que  nunca van a cumplir
sin traicionar a este pueblo
que no hace otra cosa
que mirarlos azoraos
hablar como dos amigos,
que lo único que quieren
es llevarse una tajada
a costa del laburante
que lo único que hace
es ponerle día y noche
y mirar para adelante.

Aprovecho y felicito
a la decana García,
de la enorme facultá
de las políticas ciencias,
que ha tenido más ovarios
que muchos que yo conozco
y ha salío a respaldar
a Scioli en medio del  bodrio.

Es cierto, quién puede negarlo,
que nuestra universidá
ha tenío una política
potente, seria, argentina
y que si llega a pasar
que Macri llega al poder,
güeno, señores, no duden,
la universidá será
más privada que jamás.

Insisto, y esto es pa aquellos
zurditos traicas históricos
que piensan votar en blanco
con argumentos puristas:
voten como quieran, claro,
pero después no se vengan
con planteos pelotudos:
si votan en blanco quieren
un gobierno que no esiste:
váyanse un poco a la mierda
y métanse la boleta
donde mejor se merezcan.

El que vota en blanco obra
desligando el compromiso
que supone elegir
manchándose todo el cuerpo
y el alma, en este país,
que más que nunca precisa
convicciones, no forrismo.

Si convicción es votar
a naides, meter el sobre
vacío, lleno de nada,
ese país se merecen:
blanco, vacío, sin alma,
sin conflictos, sin vendetta,
sin empresaurios corrutos,
sin políticos coimeros,
sin sufrimiento, alegría,
sin vitoria ni derrota,
un país de fantasía.

Ya me las tomo, disculpe
el letor esta vehemencia
que me agarra en balotaje:
gane Scioli o gane Macri,
los que votaron en blanco
no merecen ni un resquicio
de rispeto deste criollo
que va a votar con angustia
pero lleno de otimismo.


Noviembre de 2015


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